lunes, 28 de mayo de 2012

Pero ¿dónde está el jefe de las personas que vamos a formar?


Cuando estoy iniciando una acción formativa para una empresa, normalmente me reúno antes con ellos para preparar el objetivo y el contenido de la actividad. En muchos casos participan personas del equipo del departamento de recursos humanos y excepto en casos muy concretos, normalmente nunca está el jefe, director o responsable del equipo que voy a formar.

En estas reuniones pregunto "¿qué objetivo busca exactamente el jefe de las personas que vamos a formar?"

En los casos en los que esta persona sí participa del trabajo previo tengo la suerte de preguntárselo directamente, pero en la mayoría de los casos mi pregunta sorprende a mis interlocutores y las respuestas son normalmente evasivas; "esto lo llevamos nosotros", "el responsable no ha participado en la elaboración del plan de formación", "no lo sé", "nos ha dado carta blanca"...

Mal empezamos si se dan estas situaciones.

Desde mi punto de vista, el jefe de un equipo tiene unos objetivos que cumplir...¿no?... Para conseguir estos objetivos tiene un grupo de personas, deberá elaborar un plan de acción, deberá asignar responsabilidades y tareas, de cada una de las cuales deberá saber si su equipo es capaz de desarrollarlas, si no lo es, deberá ver qué puede hacer para que sean capaces de hacerlo y entonces debería  darse cuenta de lo importante que es la planificación de la formación en su trabajo.

Sin ninguna duda que es positivo que se apoye en personas expertas en formación entre los que seguro está el departamento de recursos humanos, pero la decisión de en qué debemos mejorar, para qué vamos a hacer una inversión en tiempo y dinero y a qué personas vamos a formar es sin duda una tarea del jefe del equipo, no de otra área de la empresa.

En mi anterior post expliqué que para mí, la formación implica capacitación, es decir, poder hacer algo ahora que antes de la formación no podía hacer. Desde esta perspectiva está claro que si quiero conseguir objetivos que implican hacer cosas nuevas, la formación jugará un gran papel.

Mi experiencia con los casos en los que el responsable del equipo que voy a formar está presente es mucho más rica, hablo de tú a tú con el que quiere resultados, con el que voy a tener que rendir cuentas al final del curso, si no consigo que su equipo sea mejor en su día a día o haga algo nuevo que él necesita es que estoy haciendo mal mi trabajo.

Si hablo con esta persona, tendré claras las "condiciones de satisfacción" que espera y por lo tanto será fácil añadir a mi trabajo indicadores de medición. Al final del curso podremos comprobar si hemos conseguido mejorar el equipo o no, si como formador he sido eficaz y eficiente.

Planificar y decidir sobre la formación, no es un trabajo de recursos humanos, es un trabajo de liderazgo.

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